Discurso do Rio Amazonas
• El Discurso del Rio Amazonas Senores : Ver la Amazonia es un de– seo de corazon en la juventud de todos los brasilenos. Con los primeros conocimientos de la Patria Mayor, este valle maravilloso aparece ai es!)iritu joven, simbolizando la grandeza territorial, la fertilidad ine– gualable, los fenomenos peculiares a la vida !)rimitiva y a la lucha por la exis– tencia en toda su pinturesca y peligrosa extension. Es natural que una imagen tan fuerte y dramatica de la naturaleza bra– silera seduzca y pueble las imaginacio– nes jovenes, prolongandose en duraderas resonancias !)or la existencia afuera, através de los estudios de los sabios, de las impresiones de los viajeros y de los artistas, igualmente !)resos a sus mul– tiples e indecibles encantamientos. Las leyendas de la Amazonia pro– fundizan sus raíces en el alma de la raza, y su historia hecha de heroismos y viril audacia, refleja la majestad tragi– ca de .los prelios entrabados contra el destino. Conquistar la tierra, domenar el agua, sujetar la floresta - fueron nues– tras tareas. Y, en esa lucha que yá se extiende por siglos, vamos obteniendo victoria so– bre victoria. La ciudad de Manáos no es la menor de ellas. Otras muchas nos reserva Ia cons– tancia dei esfuerzo y el persistente co– raje de realizar. Dei mismo modo (!Ue el imagen dei rio-mar es !)ara los brasilenos la medi– da de la grandeza dei Brasil, nuestros problemas son, en sintesis, los dei todo pais. Necesitais adensar el poblamiento, acrecer el rendimiento de las culturas, preparar los transportes . Hasta ahora el clima calumniado impid.ió que, de otras regiones com ex– ceso demografico, viniesen los contin– gentes humanos de que necesita la Amazonia. Se vulgarizó la nocion, hoy desautorizada, de (!Ue las tierras ecua– toriales son impropias a la civilizacion. Los hechos y las conquistas de la tecnica prueban lo contrario y muestran, con nuestro propio ejemplo, como es posible, a orillas dei gran rio, implantar una civilizacion unica y pec1Jliar de ele– mentos vitales y apta a cr~cer y pros– perar. Apenas necesario es decirlo sin temor - todo cuanto se ha hecho - sea agricultura o industria extractiva, constituye realizacion empirica y nece– sita transformarse en explotacion ra.– cional. Lo que la Naturaleza ofrece es una dadiva magnifica a exigir el trato y el cultivo de la mano dei hombre. De la colonizacion dispersa, ai sabor de los interesses eventuales, consumidor de energias con escaso provecho, debe– mos pasar a la concentracion y fijacion dei potencial humano. El coraje emprendedor y la resis– tencia dei hombre brasileno yá se reve– laron admirablemente, en "las entradas y banderas dei oro negro y de la cas– tana", que consumieron tantas vidas preciosas. Con elementos de tamana valía, no mas perdidos en la floresta, mas concen– tndos y metodicamente localizados, será posible, por cierto, retomar la cruzada desbravadora y vencer, poco a poco, el grande enemigo dei progreso amazonen– se, que es el es!)acio immenso y despo– blado. Es tiempo de cuidarmos, con senti– do permanente, dei poblamiento amazó– nico. En los aspectos actuales, su cuadro aun es el de la dispersion . El nordestino, con su instinto de peon, se adentró por la floresta, abrien– do senderos de penetracion y tajando el gomal silvestre para dislocarse luego, i,egun las exigencias de la propia acti– vidad nomada. Y a su lado, en contacto apenas su– perficial con ese genero de vida, perma– necieron los naturales a orillas de los ríos, con su aclividad limitada á la caza, á la pesca y á la agricultura de vasanLe para consumo domestico. Esos hombres de resistencia inquebrantable y de se– reno coraje, como en los tiempos heroi– cos de nuestra integracion territorial so el comando de -Placido de Castro y la proteccion diplomatica de Rio Branco, yá no pueden constituir los elementos capitales dei progreso de la tierra, en una hora en que el esfuerzo humano, para ser socialmente util, necesita con– centrar~e tecnica y disciplinadamente. El nomadismo dei gomero y la ins– tabilidad economica de los pobladores riberenos deben dar lugar a nucleos de c_µltura agraria, donde el colono nacio– nal, recibiendo gratuitamente la tierra, desbravada, saneada y loteada, se fije y establezca la familia con sàlud y con– forte. El empolgante movimiento de re– construccion nacional consubstanciado en el advento dei regimen de 10 de No– viembre no !)Odia olvidaros, porque sois la tierra dei futuro, el valle de la pro– missíon en la vida dei Brasil de ma– nana. Vuestro ingreso definitivo en el cuerpo economico de la Nacion, como factor de la prosperidad y de la energia creadora, vá a ser hecho sin tardanza. Vine para ver y observar, de cerca las condiciones de realizacion dei plan le renacimiento de la Amazonia. Todo Brasil tiene los ojos vueltos para el norte, con el deseo patriotico de auxiliar su desarrollo. Y no solamente los brasileros; tam– bien los extranjeros, tecnicos y hombres de. negocio vendran colaborar en esa obra, aplicandole su experiencia y sus capitales, con el objeto de aumentar el comercio y las industrias y no, como acontecia antes, visando formar latifun– dios y absorber la posesion de la tierra, que legitimamente pertenece ai caboclo brasileno. Vuestro gobierno, teniendo ai frente el interventor Alvaro Maya, hombre de lucida inteligencia y devotado am1r a la tierra natal, ha de aprovechar la opor-
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