A Guerra da triplice alliança

213 balleria, que llevanclo la vanguar<lia, fueron los primeros cn difundir la muerte y el espanto entre sus enemigos I ,os tenientes P. Cabrera e Ceriaco Vera. se distinguieron por su sc renida~ y arrojo , lo mismo que el t eniente Romero, y los sub te– ·uientes Barga', Asprillaga y Rios, que se distinguieron particularmente por la animacion que supieron inspirar á sus soldadcs en los momentos supremos. El subten'iente Taboada a l mando de 20 sableadores extermino com– pletamente una gua:-dia de 50 infantes. E~ .de igual clase Ped~·o Dure, despues de haber peleado con notable dems1on y brablll'a, cubwrto de heridas y con un muslo roto , sal vó una canoa de hericlos, bogando, acostado en la popa. · El alfere; Yerutit concluyú tambien con ot ra guanlia mas nume– rosa que sus soldados . Estos son los que han tenido la ocasion de particularisarse . Qui– sieramos tambien recoj er los episodios glorisos de la tropa, pero sou tantos, que no es posible hacedo ahora. Los detalles y el conjunto de esta brillaúte accion arrojan impe– receclera gloria sobre el ejé rcito de la Republica. Los rasgos de heroismo é int repidez desplegados por nuestros va– li ente:; en e l combate de Corrales, ceden su puesto à los que el dia 10 de Abril han inmortalizado su nombre en estas playas. En Corral es han peleado contra un Ejército ; en el Banco de Itapirú contra ese mismo Ej ército, toda la e ·cuadra aliada y las aguas tle1 Parauà ; entonces nt) ltubo ventajas en la posicion de los beligerantes : ahora han ido a asaltar sus baterias y sus trincheras. El valor de nuestros soldados, su int repidez, se augment a y pro– gresa. Si ha de meclirse la importancia de una accion por la bizarria del soldado, por sn arrojo que r aya en temeridad, por su serenidad é indo– mita pujanza al fren te del enemigo, por el peligro y desven taja de la posicion atacada, la que acaba de cubrir de honor nuestras armas debe çolocarse en primera linea. Los sacrificio · son indispensables para conseguir los grandes r esul– tados ; mucho hem0s ganado m,aterial y moralmente aun cuanclo tene– mos mas de 300 heridôs (1) y estos fueron los que hicieron la r etirada agotadas sus Iuerzas por medio de la escuadra r1ue les hostilisaba con fusileri a y a rrojaha balas, metrallas, y bombas de mano con profusion ,-; in con. eguir asi mismo nada contra aquellos mdefen ·os y enfermos. Ct~anta distancia separa el imperiali ta cobarde de1 apuesto soldado de la mdependencia ! _La ali~nza 1.;011 medio centenar ele buques de guerra no tiene el coraJe de pisa r nue tras costas, y disputa su desocnpacion con un bom– bardeo inut il por largas emana.· ; nosotros en débiles canoa~ nos hace– mos camino por medio ele e-;a oscuadra, y no solamente log ramo pisar las po icionec; que ocnpan sus fnerzas . ino que conseguimos hacerles im– plora r de rodilla · el perdon de l a vidas, asaltar sus trincheras, y apo– deramos de sus caíiones. (1) <_' l~am1mos ,, altenç~o do leitvr para o accôrdo r111 ha entre a na1TI\ ão de Thompson o ,1s not1c1~s lo Se;nanano. lfa q_nem dé nlgm11 v,1lor B'> tn11Jalbo desse escriptor, sup– pondo-o lesle_munh-1 ocular tios fenos que n,t1Tit, qu rnd',) olle não foz mnis do que gni-tr-so pelo q ne ou, 10 n P,•.n::?uRros e pelQ que Ico no Se1,w,1uz1·io, combinaDLlo tod•ts e sas falsid ides com ns noli~hls ths folb 1s ~()- Buenos •Aires, de '}no levoa collccções pu-.i 11. Ingl lerr.1. Thompso n so figu rou, c<>mo m1ldar, em A ngostum, ontle rendeu-se, som resi. lir, ao duque ,le Caxias. Não assistio a com!J,i,le algum.

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