A Guerra da triplice alliança

200 su territorio y a sus pos1c10nes t oda vez que hemos querido darl e el castigo que me rece su .torpe aten tado. Vein te y qu atro dias hat:e que su . fue1·za 11t1Yal !ta hecho . u apa– ricion, y amenaza nuest ras costas ; créulos e tabamos entonce · de que no demorai·ia. el pasage ue los Ejércitos que cinco meses ha se man – t ienen inacti vos en l a provincia de Oor r ientes ; pero en todo este largo interva1o el gran poder naYal de la alianza no ha hecho si no a rroj ar sobre si el riel iculo, hacienelose el juguete de miserables l anchones c1ue burlan su bloqueo .Y host ilizan sus buques, y pasando largos dias en bombardear sin r esnltado alguno la abandonada fo r taleza de Itapirú, que c9n un solo cafion y a lgunos infantes inpone r espeto à. la alianza, at errori ,.a á sus vapores, y le pone en l a tremenda irresolucion de pi ar nuestras playas. Llevando su prurito por quo la,; costas de Itapirú sean abando– nada· po r nuestro sol tlados, y visto el efecto absolutamente negativo de su largo y continuado IJomba r<leo efectuado con las piezas ele los buques, y l os morteros, que han colocado en el puerto Ar-anda, r esolvió ultimamente t raslada r sus batei ias en el banco fronterizo â Ita pirú , de donde a menor distancia, cr eyó liacer mas efect ivo su propósito. Los esforz ados soldados del ejército, suceptibles del honor nacional. y pretestando tal vez un mot ivo, con ta l de pr obar sus fuer zas con el enemi go, que es ahora todo su deseo, y toda u esper anza, ban peditlo de t:onsuno y con instancias para que fuesen envi.~dos à e. carmenta r à los que se habian at r evido ú posesiona rse del Banco de ltapirú , puesto que no hab ian de permit ir que pi.:lasen impunes ol territorio de la Hepublica, y qne como tal clebia consiclera r ~c ya el lugar de l a. ocupacion. La simplo denominacion del luga r del combate, de l a poz icion ocupada por el enemigo, del numero de bravo:s que fue ron à lanza r el r eto de muerte á sus provocador es y de l a nat ural eza del combate, 1·ecopila todo el el ogio que puede hacerse ít la re. olucion , arro~o ~, valor de nuestr os invictos hermanos. El Banco, separado de nuestra costa por u11 canal de 1.300 Yaras, y por casi igual espacio de la playa enemi ga , punto centr1co dei mo \·i– rn icnto de 40 vapor es de guer ra, conteniendo muchos cafionos y modero, de grueso calibre perfectamente parapetados, y guarnecidos por numero os ar t illeros é infantes, atrincherados çon la mayo1· precau (jion ; J1e aqui cl punto, y la posicion de l enemigo, que ha sido ac.;altada en la mafiana de este clm por 4 compafüa del botallon n . D y un e:scuaclron tle caualleria al mando de los t enientes Pabl o Cabrera y Leonardo Rivoros los pri meros, .Y el e cuadron al mando de l o:, subtcniente-, ~fa tias Bar ga y Jo. é ele Jesu · l\1artincz. Al venir el alba, 20 canoas cond ujcron iL n ue -ti-o. soldado. , que llcnos de r esolucion y alegria , e b nzaban à l a 1id, ofrccienclo toda-; las Yentajas à sus adversal'io . F ueron sentidos y hos tilizados po1· l.t infanta ria. y tocaron pl aya en mcdfo tle l as ba'a , onf'migas ; osto no desconcenó á n ue -tros valientes, pues avanzaron en pcrfecta órdcn r g rnndo a1-rojo hasta ooligar á la infanteria A r e.sgua nlal'.se t ras: de sú.._ trincharas, d~jando sus muer tos e hel'i<lo ·. .. .Aqui nuestros solda~los, sin mas pa rapelo que su JJropio JJ01,;ho, sufncr o_n nm fuego mort1fe ro el e ~os r e~gua r1lados Latallone enemigos; 11ero, sm arredrar-se por la Huna de bala ·, y la d sprnporcion dd ataqu f' , a rremetieron con l'uria, saltaron f' l pa)·apoto , ~o apoder ar on ue l ac.; píezas de canon, y do toda las po:licione~ occu11aclas po1· l n infan-

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